Tatuajes

a Manolo Cabal

En una nota publicada en el Diario "El Universal" el pasado 13 de junio del presente año, descubro que nuevas formas de discriminación afectan a los jóvenes y no tanto. En dicha nota, hay testimonios de la exclusión social que sufren las personas tatuadas y perforadas, las trabas laborales que enfrentan y el rechazo de la propia familia. Al parecer, los tatuajes y perforaciones que tienen no son sólo las que los empleadores, maestros y padres pueden ver, sino las que la sociedad les inflinge. La discriminación y el maltrato, como los tatuajes, son huellas indelebles que se quedan en la vida de las personas, que no les permite desarrollarse correctamente.

Estas conductas discriminatorias se dan porque se asocia a las personas con tatuajes y perforaciones con la vida en las calles, la drogadicción y el sida. Sin rmbargo, esta no es una relación causal, pues no hay estudios que demuestren una relación contundente entre,por ejemplo, la contracción de VIH y estar tatuado. Además, no se toma en cuenta que las capacidades de las personas no son menores por portar estas formas de expresión y rebeldía. Para un mismo puesto laboral, se prefiere al no tatuado aun cuando pueda tener menores grados de estudio que aquel que si lo está. Una contradicción de los defensores del aumento en la productividad per cápita como medio de crecimiento nacional. Por lo que parece que los detractores de la libertad siguen ocupando los mandos de decisión en este país. Siguen sin entender que el ser humano es dueño único y completo de su cuerpo, su razón y su voluntad, ningún dios, ningún infierno. Por lo que desde esta isla, me manifiesto en contra de cualquier discriminación en contra de cualquier grupo vulnerable y de cualquier tatuado y perforado y espero que todos lo hagamos así.