viernes, julio 27, 2007

Perfect

sábado, julio 21, 2007

Just Happens

lunes, julio 16, 2007

Misread

sábado, julio 14, 2007

En el teatro


Hace unos días asistí al teatro a un espectáculo de ballet y danza contemporánea. Más que observar la ejecución con detenimiento, ponía atención a la gente que estaba a mi alrededor. Las conversaciones que sostenían, así como las críticas que hacían respecto de lo que veíamos pretendían ser de lo más cultas. Por un momento llegué a pensar que me encontraba sentado en medio de una parvada de críticos de danza provenientes de todas partes del mundo. Sin embargo, lo que llegaba a escuchar de lo que decían parecía no concordar con lo que yo, como espectador mudo, observaba en esa función. En cada acto, veía el movimiento de los cuerpos femeninos, que parecían estar en éxtasis, se contorsionaban, sudaban, sus músculos se contarían en cada salto, en cada giro, su rostro se notaba sonriente, nervioso, buscando. En ese momento me puse a pensar, tal vez todas las artes se parecen. El que las ejecuta lo hace con placer, satisfacción para sí mismo, quizás busque comunicar algo, pero no sabe cómo reaccionará cada espectador, por lo que lo hace para sí mismo, para tratar de eliminar un sortilegio, desembarazarse de sus miedos y sus culpas, para no tener que aventarse al precipicio. Por eso creo que la energía destilada de las ninfas en movimiento era un verdadero éxtasis, el blanco de sus ojos no mentía, aun cuando cada noche tuvieran que repetir el mismo acto. Los críticos a mi alrededor, no eran tales, pienso ahora que sólo eran personas que pretendían disfrutar esa actividad ya que probablemente no disfrutan otra, pretendían saber más sobre el ballet que nadie, pretendían muchas cosas, pero sólo hacían eso.

domingo, julio 01, 2007

La Noche del Iris Negro

En un manicomio francés, a principios del 1900, un loco escribió sobre las paredes: "viajo para conocer mi geografía". A pesar del autor, la frase parece bastante cuerda, conocer dicha geografía puede ser más difícil que cruzar los Andes o algún desierto, pues te enfrenta a tus miedos, fracasos y virtudes. Esta misma idea, es decir, que uno se proyecte en sus vivencias es uno de los cometidos del último libro que cayó en mis manos. Dicho objeto lleva por título "Suicidios Ejemplares" y su autoría está a cargo del escritor español Enrique Vila-Matas. En su prólogo dice que los relatos que conforman el libro son suicidios imaginarios que pretenden trazar un itinerario moral sobre el suicidio, con el que el autor pretende trazar su cartografía personal. El lector se enfrenta, entonces, a 11 relatos que lo hacen proyectarse en la idea de la muerte por mano propia y lo hacen reflexionar sobre los límites de su geografía.
El relato que me parece más revelador de todos es el homónimo a esto que escribo, pues es ahí donde, creo, se manifiesta una idea clara del autor acerca del suicidio. El relato comienza con un epígrafe de Séneca que dice: "La cosa mejor que ha hecho la ley eterna es que, habiéndonos dado una sola entrada a la vida, nos ha procurado miles de salidas" (Cartas morales a Lucilio). El relato continúa can la historia de una sociedad secreta en que todos los miembros habían prometido ejercer la máxima libertad que tiene el hombre, es decir, quitarse la vida; pues uno de los miembros decía que sin posibilidad de suicidio ya se habría muerto desde hacía mucho tiempo. Sin embargo, los miembros originales van desapareciendo hasta que sólo quedan dos hermanos que deciden no morir y viven con la sensación de que han traicionado a sus amigos, pero no hay testigos que corroboren la traición, todos con dignidad han muerto, su sombra cruza. El círculo se cierra cuando llega un individuo al lugar donde ocurría esto y se entera de toda la historia, se vuelve cómplice de los hermanos y ahora es él quien puede dar cuenta de la traición. La historia continúa.
Las formas, la causas, las consecuencias que cuenta cada relato acerca del suicidio, hacen que para el lector resulte imposible no tener una reflexión profunda sobre el tema. En lo personal creo que es difíl plantear el problema desde una perspectiva filosófica o moral, sin embargo, pienso que pensarlo a la manera de Séneca o como los hermanos en la noche del iris negro, como una posibilidad de salir de esta vida, como la máxima expresión de la voluntad humana que es eliminada en el acto, es una proyección que evita que nos tiremos al vacío. Aún sigo trazando mis mapas.