Mario Vargas Llosa cuenta que un profesor de literatura explicaba a sus alumnos que una novela digana de ser llamada así requería de cuatro elementos indispensables: religión, aristocracia, sexo y misterio. A lo largo del año, el profesor remarcó el mismo
principio tantas veces como pudo. Al final del curso, los alumnos debían entregar una novela. El profesor recibió trabajos de todo tipo, unos muy extensos, otros no lo eran tanto. Un alumno entregó una sola hoja en la que se podía leer: "¡Oh Dios mío! - exclamó la marquesa-, esoy embarazada y no sé de quién."

4 comentarios:
Santos escritores Carlos...!!! ¿Cúando volverás a escribir?
Saludos
jejeje, esto está bueno
tu compa,
Ariel
¡Qué maravilla!
Jejejeje... ¿Qué es la literatura sino la transgresión de las normas?
Me cae que somós literatos. [sic]
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